REPORTE FINAL
Inteligencia emocional en el trabajo
Nombre: Luz Estrella Vázquez Zepeda
Licenciatura: Administración y Gestión Pública
28 de Mayo de 2019
Índice
Introducción………………………………………………………………2
Inteligencia emocional ………………………………………………….4
Inteligencia emocional en el trabajo………………………………….10
Resultados ………………………………………………………………..12
Conclusiones……………………………………………………………...16
Referencias……………………………………………………………….17
Introducción
La
sociedad hoy en día demanda muchas habilidades y capacidades para poder
desarrollarse plenamente; los estilos de vida, la influencia social, problemas
sociales entre otros son partes cruciales para determinar el comportamiento del
ser humano en un grupo. La inteligencia emocional ha dado un gran giro en este
siglo XXI, con los grandes cambios que ha transcurrido en telecomunicaciones,
tecnologías, avances médicos, etc. y al estar en constante interacción social
se necesita tener o aprender a tener un
control de nuestras emociones y aquello externo que nos afecta a la hora de tomar una decisión,
sobretodo en un entorno laboral.
Aprender
a manejar nuestras emociones es muy importante ya que mantenemos un control
emocional eficaz, esto va de la mano con poseer una comunicación asertiva; que
mejor que adquirir ambas y mantener un autocontrol ante cualquier situación.
Este trabajo se ha ocupado en las ideologías de Daniel Goleman en que la define
en una manera de entender los procesos cognitivos más allá de pensamiento
lógico y racional y para ello describe mediante cinco principios o elementos
como lo son: autoconciencia emocional, autorregulación emocional, motivación,
empatía y habilidades sociales.
Afirmando
que se requiere más allá del intelecto para que nos “vaya bien en la vida” y
que la inteligencia emocional en conjunto de una comunicación asertiva es la
clave del éxito personal.
Siguiendo
con lo anteriormente se estableció que los factores que influyen en las
personas en un grupo de trabajo y/o social es la familia y las relaciones
interpersonales. Estos factores generan tal influencia en la que se puede
determinar el autocontrol que tiene cada individuo, desarrollándose en
cualquier situación.
MARCO TEORICO
INTELIGENCIA EMOCIONAL
La Inteligencia Emocional es uno
de los conceptos clave para
comprender el rumbo que ha tomado la psicología en las últimas décadas.
De un modelo
preocupado fundamentalmente en los trastornos mentales por un lado y por las
capacidades de razonamiento por el otro, se ha pasado a otro en el que se
considera que las emociones son algo intrínseco a nuestro comportamiento y
actividad mental no patológica y que, por consiguiente, son algo que debe ser
estudiado para comprender cómo somos.
Así pues, la
Inteligencia Emocional es un constructo que nos ayuda a entender de qué manera
podemos influir de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre nuestras
emociones como en nuestra interpretación de los estados emocionales de los
demás. Este aspecto de la dimensión psicológica
humana tiene un papel fundamental tanto en nuestra manera
de socializar como en las estrategias de adaptación al medio que seguimos.
Elementos de la Inteligencia Emocional
El gran teórico de la Inteligencia Emocional,
el psicólogo estadounidense Daniel
Goleman, señala que los principales componentes que integran la Inteligencia
Emocional son los siguientes:
1. Autoconocimiento emocional (o
autoconciencia emocional)
Se refiere al conocimiento de nuestros
propios sentimientos y emociones y cómo nos influyen. Es importante reconocer
la manera en que nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento, cuáles
son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Mucha gente se
sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos.
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a
no tomar decisiones cuando estamos en un estado psicológico poco equilibrado.
Tanto si nos encontramos demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes
y melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca
racionalidad. Así pues, lo mejor será esperar unas horas, o días, hasta que
volvamos a tener un estado mental relajado y sereno, con el que será más
sencillo poder valorar la situación y tomar decisiones mucho más racionales.
2. Autocontrol emocional (o autorregulación)
El autocontrol emocional nos permite
reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no dejarnos
llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas
emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas, así como en ser
conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar y de qué manera
podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a otra que nos daña
más de lo que nos beneficia.
Por poner un ejemplo, no es raro que nos
enfademos con nuestra pareja, pero si fuéramos esclavos de la emoción del
momento estaríamos continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva, y
luego nos arrepentiríamos. En cierto sentido, buena parte de la regulación de
las emociones consiste en saber gestionar nuestro foco de atención, de manera
que no se vuelva contra nosotros y nos sabotee.
3. Automotivación
Enfocar las emociones hacia objetivos y metas
nos permite mantener la motivación y establecer nuestra atención en las metas en
vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de
optimismo e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y
actuar con tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
Gracias a la capacidad de motivarnos a nosotros
mismos para llegar a las metas que racionalmente sabemos que nos benefician,
podemos dejar atrás aquellos obstáculos que solo se fundamentan en la costumbre
o el miedo injustificado a lo que puede pasar.
4. Reconocimiento de emociones en los demás
(o empatía)
Las relaciones interpersonales se fundamentan
en la correcta interpretación de las señales que los demás expresan de forma
inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección de estas
emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no
estrictamente lingüísticos (un gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos
puede ayudar a establecer vínculos más estrechos y duraderos con las personas
con que nos relacionamos.
Además, el reconocer las emociones y sentimientos
de los demás es el primer paso para comprender e identificarnos con las
personas que los expresan. Las personas empáticas son las que, en general,
tienen mayores habilidades y competencias relacionadas con la IE.
5. Relaciones interpersonales (o habilidades
sociales)
Una buena relación con los demás es una
fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en muchos
casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y
comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero
también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones; una de las
claves de la Inteligencia Emocional.
Así, gracias a la Inteligencia Emocional
vamos más allá de pensar en cómo nos hacen sentirnos los demás, y tenemos en
cuenta, además, que cualquier interacción entre seres humanos se lleva a cabo
en un contexto determinado: quizás si alguien ha hecho un comentario despectivo
sobre nosotros es porque siente envidia, o porque simplemente necesita basar su
influencia social en este tipo de comportamientos. En definitiva, la
Inteligencia Emocional nos ayuda a pensar en las causas que han desencadenado
que otros se comporten de un modo que nos hace sentirnos de un modo
determinado, en vez de empezar pensando en cómo nos sentimos y a partir de ahí
decidir cómo reaccionaremos ante lo que otros digan o hagan.
CARACTERISTICAS
DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
1. Origen del término
La inteligencia emocional surge como un
concepto completamente novedoso acuñado del escritor, psicólogo y profesor de
la Universidad de Harvard Daniel Goleman en el año 1995, quien escribió un
libro titulado “La inteligencia emocional”.
En este libro él explica como la
inteligencia de una persona no sólo implica las habilidades o destrezas
matemáticas o lingüísticas puesto que existe un gran abanico de inteligencias
que deben ser tenidas en cuenta.
En su libro, Goleman utiliza términos
como alfabetismo emocional, empatía, artes sociales entre otros.
2.
La inteligencia tradicional
La inteligencia tradicional, aquella
que se mide por variables duras donde la capacidad de la persona está determinada
por un CI (coeficiente intelectual) que indica cuán inteligente
(capacidades académicas) tiene, no llegaba a explicar porqué en ciertos casos
una personas con un reducido CI llegaba a alcanzar resultados tan positivos a
nivel social; alta estima, gran respeto, grandes logros a nivel personal, etc.
Es decir, llegaba a ser un líder nato.
Por tanto fue, a partir de la década
del 90 que se empezó a considerar que la inteligencia tradicional no era
suficiente para el logro de la felicidad y el éxito. Se podría decir que la
inteligencia emocional complementa a la inteligencia tradicional para poder
alcanzar el éxito personal o grupal.
- Las capacidades emocionales adquiridas
La inteligencia emocional es un
concepto que viene de la mano de una nueva concepción mediante la cual se tiene
en cuenta que la inteligencia no es pura y exclusivamente una cuestión de
capacidades innatas sino que, por el contrario el cerebro aprende a lo largo de
toda la vida de la persona y ésta será mediada en gran parte por la
inteligencia emocional.
- Reconocimiento y dominio de emociones
Una persona con este tipo de
inteligencia es capaz de reconocer las propias emociones y dominarlas así como
también es capaz de reconocer las emociones ajenas y comprender más allá de lo
que expresan las palabras.
- Flexibilidad y adaptabilidad
Las personas con una gran capacidad de
inteligencia emocional tienen el control de las emociones y, por ende,
presentan, frente a los diferentes desafíos cotidianos, una alta flexibilidad y
adaptabilidad a los cambios imprevistos.
En otras palabras se comprendió que no
sólo bastaba con un alto CI sino que, la persona era mucho más productiva si
poseía un control de la inteligencia emocional puesto que esto le generaba
mucha más adaptabilidad y flexibilidad ante los cambios.
- Empatía
La empatía es la capacidad de ponerse
en el lugar de la otra persona, vivenciar lo que la otra persona siente. En otras palabras la
empatía es comprender emocionalmente lo que le sucede a otra persona.
Sin embargo una persona con
inteligencia emocional tiene empatía pero utiliza esta habilidad para poder
resolver una situación determinada. Es decir, no solo comprende las emociones
propias y ajenas sino que las transforma para el beneficio de ambas.
- Educación de las emociones
Hace varias décadas atrás se creía que
las emociones no eran posibles educarlas, ni siquiera se las tenía en
consideración. Hoy en día es preciso y posible, según la inteligencia
emocional, reeducar aquellas emociones dañinas (sentimientos de rencor, ira,
odio, etc) y transformarlos en sentimientos positivos que ayuden a cada persona
en su vida y en relación con otras personas.
- Solidaridad con otros
Una persona con alta inteligencia
emocional tendrá el sentimiento de solidarizarse en relaciona a otros. Este
concepto no sólo incluye cuestiones económicas o materiales sino que, también,
implica la solidaridad desde lo emocional, la contención o la palabra que otra
persona necesita.
- Asertividad
Una persona con alta inteligencia
emocional reconoce aquello que desea y sabe cómo lograrlo puesto que tienen un
equilibrio entre sus emociones. Es decir sus emociones no le dominan sino que
utiliza el reconocimiento de estas para su beneficio y el de los demás.
- Capacidades para liderar
Una persona que tenga en consideración
estas características podrá ser un líder para otros, puesto que, a pesar de las
dificultades una persona con inteligencia emocional no se abruma por los
desafíos que se le presenten.
Por el contrario busca la solución,
transmitiendo calma y serenidad al resto de las personas. Esto, lo ejecuta no
solo desde la palabra sino también desde la percepción, comunicando de manera
global y dirigiendo a un grupo ya sea de trabajo, de estudio, religioso, etc.
INTELIGENCIA
EMOCIONAL EN EL TRABAJO
¿Por qué las empresas necesitan este tipo de
inteligencia?
Hoy en día
son muchas las corporaciones que invierten grandes sumas de dinero en
formar a sus empleados en Inteligencia Emocional. La razón de esta apuesta
estriba en que las empresas se han dado cuenta de que una de las claves del
éxito comercial y de la venta de sus productos radica en el grado en que sus
trabajadores son capaces de reconocer y controlar sus emociones, así como las
de sus clientes.
Es casi impensable concebir un comercial de
ventas que carezca de habilidades en el trato con los clientes, un empresario
sin motivación para la dirección de su compañía o un negociador que no sepa
capaz de controlar sus impulsos y emociones. Todo el conocimiento técnico
basado en la mejor relación entre estudios académicos y experiencia no será
ninguna garantía para estas personas, porque tarde o temprano malograrán
operaciones económicas por un deficiente conocimiento de sus emociones.
Empleados con IE, los más demandados
Cabe resaltar que en el proceso de selección
de personal de las empresas la tendencia va enfocada a poner al candidato en
situaciones de fuerte estrés o incomodidad para así poder examinar su reacción
y su capacidad para lidiar con sus emociones.
El psicólogo de las organizaciones Jonathan
García-Allen explica: “La época en que los procesos de selección de personal se
basaban en la experiencia laboral y los conocimientos técnicos terminó.
Actualmente, el método ha evolucionado y los aspectos relacionados con la
Inteligencia Emocional, como las habilidades interpersonales y la gestión de
las emociones, han cobrado un protagonismo clave. Esta creciente relevancia del
aspecto emocional en el trabajo viene motivada por la tendencia a la
tercerización de la economía en los países occidentales, en que el intercambio
económico está mediado por la confianza entre ambos agentes”.
De ahí se desprende, según señala García-Allen,
que los empleados con alta Inteligencia Emocional resulten mucho más
productivos para las corporaciones.
¿Hay evidencia empírica que la sostenga?
El concepto de Inteligencia Emocional cuenta
con evidencia empírica de dos tipos. Por un lado, se ha detectado las partes
del encéfalo que intervienen en su aparición y no tanto en la de otro tipo de
procesos mentales. Por el otro, al utilizar test estandarizados para su
medición y analizar los datos obtenidos, se ha visto que la Inteligencia
Emocional cuenta con su propia estructura factorial, de modo que correlaciona
positivamente con las puntuaciones generales de CI, pero estadísticamente no se
comporta exactamente igual que estas.
Dicho de otro modo, el constructo psicológico
de la Inteligencia Emocional se basa tanto en la observación del funcionamiento
del cerebro como en información obtenida mediante la psicometría.
Eso sí, los mismos problemas a la hora de
definir la inteligencia general permanecen a la hora de explicar qué es la
Inteligencia Emocional. No es ni una parte del cerebro ni una manera concreta
de procesar la información, sino que básicamente se establece su existencia
observando cómo se actúa en condiciones determinadas y de qué manera eso nos
lleva a obtener ventajas o desventajas en una situación. La naturaleza de lo
que es la Inteligencia Emocional sigue siendo en gran parte un misterio.
Resultados
Encuesta realizada
1. ¿Sabe que es la inteligencia emocional?
a. Si
b. Tal vez
c. No
2. ¿Cree que la inteligencia emocional es
importante dentro de la empresa?
a. Si
b. No mucho
c. Tal vez
d. No
3. ¿Qué papel juegan nuestras emociones en el
día a día?
a. Muy importante
b. Importante
c. Algo importante
d. Nada importante
4. ¿considera que los errores que se comenten es
sano?
a. Siempre se cometen errores
b. Tal vez, pero no tiene importancia
c. Nunca
5. ¿Las emociones como la tristeza o el enojo
son sanas?
a. Siempre
b. Casi siempre
c. Siempre
d. Nunca
6. ¿Qué consecuencias tienen o comprenden
nuestras emociones?
a. Siempre
b. Casi siempre
c. Siempre
d. Nunca
7. ¿Qué papel juegan las emociones en el
ámbito laboral?
a. Muy importante
b. Importante
c. Algo importante
d. Nada importante
8. ¿Qué importancia tiene la autoestima en el
desarrollo de la inteligencia?
a. Muy importante
b. Importante
c. Algo importante
d. Nada importante
9. ¿Considera que las emociones influyen en su
rendimiento laboral?
a. Siempre
b. Casi siempre
c. Siempre
d. Nunca
10. ¿Sabe cómo aplicar la
inteligencia emocional en su vida diaria?
a. Siempre
b. Casi siempre
c. Siempre
d. Nunca
Los resultados se
generalizaron en tres puntos que son importantes dentro de la investigación,
los cuales arrojaron lo siguiente:
1. El 72% de la población encuestada sabe a
qué se refiere la inteligencia emocional o tiene conocimiento de, a
continuación se muestra la gráfica de tal afirmación
2. El 68% no aplica la inteligencia emocional
adecuadamente
3. El 65% considera que la inteligencia
emocional influye en el rendimiento laboral
Conclusiones
Para
la Psicología laboral es muy importante analizar y comprender las diferencias
que existen a la hora en que se
relacionan los empleados , ya que estas relaciones interpersonales pueden ser
las barreras que puedan impedir el desempeño de cada uno de los trabajadores.
Hoy en día las organizaciones han estado trabajando en nuevas ideologías
buscando que las relaciones interpersonales no afecten a la disciplina de los
trabajadores, con el objetivo de que exista
un ambiente más saludable, a lo que se espera que el individuo responda
satisfactoriamente en todos los sentidos, laboral y por supuesto personal.
Las
ideologías del pasado corresponden
directamente a la rigidez, el
seguimiento estricto de reglas y la sumisión ante los jefes; hoy en día, son
obsoletos, las empresas enfocan sus principales intereses en personas que
sean líderes y puedan saber tomar decisiones, que tengan habilidad para
comunicarse y sobre todo que tengan una mejor habilidad para adaptarse; de
igual manera, que sepan manejar los conflictos
y que sean unas personas productivas para la organización.
Hoy
se espera, a un personal que fomente relaciones interpersonales sanas para esto
necesitamos una adecuada Inteligencia
emocional que tenga una comunicación asertiva, así como conocimientos y habilidades adecuadas para el puesto a desempeñar;
buscando estar a la altura de nuevas exigencias que se tienen que cubrir en el
puesto de trabajo. Se necesitan personas inteligentemente emocionales y que
tengan la habilidad para expresarse correctamente, manteniendo una comunicación
efectiva en el desarrollo de sus actividades.
Como
bien se sabe la inteligencia emocional nos sirve para percibir, entender,
razonar y manejar las emociones de uno mismo y de los demás, ya que es de suma
importancia tener la capacidad para ser consciente de las emociones.
Referencias
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